sábado, 11 de junio de 2011

¿Por qué no queremos ser una secta?


 
   Cualquier organización que establece como su frontera orgánica algún tipo de opiniones (sea de quien fuere), o que hace de esas opiniones el factor determinante de su forma organizativa, se auto-encierra en un callejón sin salida, perdiendo todo vinculo con la lucha de clases real y termina, por ende, encerrada en sus problemas internos, generando una organización que replica una formula generalizada de construcción de partido revolucionario a partir sólo de ideas, panaceas y recetas; y no de la materialidad de la lucha de clases existente para el periodo historico.

   El dogma de levantar un programa correcto (aislado de la situación objetiva), en pos de establecer una frontera organica para la inclusión de un par o un puñado de personas y autodeclararse como partido revolucionario  y vanguardia política del proletariado, debe ser repensado y superado.


   Frente al camino de la secta, proponemos algunas tareas para una construcción real  e  inmersa  en la clase trabajadora.
-        Actualización constante en base a la lucha de clases real y de un cuerpo de literatura politica que exprese el “tipo de socialismo” que proponemos al resto de la clase obrera.
-        Llevar esos puntos de vista a los movimientos y organizaciones que han surgido de forma natural a partir de la lucha social realmente existente.
-        Creación de nucleos politicos en torno a la propuesta política planteada en el primer punto.
-        Formación de cuadros obreros y militantes alrededror del nucleo político.
-       Establecimiento de nuestra propuesta o “tipo de socialismo” como una presencia real en las políticas amplias y actuales de la clase obrera, con nombre y fisonomia propios.
-        Anteponer el avance del movimiento obrero en su conjunto, por sobre nuestra organica interna, ideas e intereses particulares como organización.


SIEMBRA, 2011.